Galliano para Dior, vestido negro en tafetán y seda. Periodo Elizabeth

jueves, 3 de marzo de 2011

Cisne Negro

Muchos amigos me dijeron que no lo dejase pasar, que tenía que verla. Que esta película me iba a encantar... "a ti te gustaría mucho", me decían.
Empezaba a picarme la curiosidad. Incluso una amiga me hizo prometerle que si la veía, tenía que escribir sobre el vestuario. Y dado que ahora va a hacer un viaje muy largo y lejano, me veo en la obligación de, muy humildemente, dedicarle esta crónica.
 

Empezaré diciendo que el mundo de la moda se emocionó bastante tras saber que las hermanas Mulleavy (Laura y Kate), serían las encargadas de confeccionar los vestidos del ballet-psico-thriller "El cisne negro". Sin duda resultó una increíble colección muy particular, semi-couture con enfoque a obras maestras de alfombra roja, muy dulce y muy bellas, pero además con una estética muy 'deconstructiva' (esto era importantísimo, y desde luego ese concepto esta clavado en el vestuario).
Como bien sabéis, éstas dos hermanitas (y no, no son las hijas de Zapatero), son las diseñadoras y fundadoras de la fabulosa firma Rodarte.

Rodarte se iniciaba en la carrera de la moda  hace unos años con una primera colección de tan sólo 10 piezas, y fue entonces cuando el "Women´s Wear Daily" decidió mostrar dicha firma en portada. Poco despues Rodarte pasó a manos de la editora jefe de Vogue USA, Anna Wintour, quién apoyó la firma desde sus inicios.
Pues bien, resulta que el gremio de periodistas-fashionistas aplaudieron la idea de que Rodarte se encargara por completo del armario del cisne.
Y fue en los Oscars 2011 cuando la polémica salpicó a Natalie Portman, las diseñadoras de Rodarte y la estilista Amy Westcott, hasta ahora una gran desconocida por la mayoría de los periodistas del sector. Y el objeto de controversia es que entre sus nominaciones no se encuentra la de mejor diseño de vestuario. La comunidad de la moda estaba indignada. ¿Cómo podían ningunear a una firma de culto como Rodarte cuando había participado en el rodaje? Y fue entonces cuando salió a la luz que las hermanas Mulleavy tan sólo habían creado siete de las decenas de vestidos de bailarina que aparecen en el filme. La verdadera responsable del vestuario es una indignada Amy Westcott, quien también ha trabajado en "The fighter".
Westcott contó con Rodarte por insistencia de la propia Natalie Portman, incondicional de sus diseños (más de una vez ha lucido sus complicadas creaciones; recordemos sin ir mas lejos el vestido de los Oscars) y asidua a la primera fila de sus desfiles en la Semana de la Moda de Nueva York. Cuando se dice «contar con» no equivale a «se le encargó», así que, en este caso, la «colaboración» se transformó en la «elaboración» de la totalidad del vestuario. Amy Westcott se ha quejado de la agresividad del departamento de prensa de las diseñadoras, que han hinchado su contribución real en cisne negro.

Tomar nota del dato: Amy Westcott vistió por completo al Cisne Negro.
El vestuario fue elaborado por el equipo de Westcott con la ayuda de Zack Brown, un experto en ballet. Y es que sus estilistas invirtieron muchas horas hablando con bailarines profesionales y acudiendo a ensayos del American Ballet Theatre y The New York City Ballet para estudiar el movimiento de la ropa, las texturas y la funcionalidad que debían tener las prendas.


Los directores y los actores son muy conscientes de que para que funcione un personaje hace falta más que una buena interpretación. En muchos casos, el maquillaje, la peluquería y la ropa son fundamentales para que el actor se sienta transformado y el espectador se lo llegue a creer. Si antes las colaboraciones entre moda y cine eran más esporádicas, ahora las firmas empiezan a ver cómo sus incursiones pueden convertirse en una buena manera de publicitar su marca. A su vez, el diseño de vestuario puede cobrar más importancia.




A lo largo de las décadas, la alianza entre el cine (el espectáculo en general) y la moda ha dado resultados prodigisosos, desde Marlene Dietrich vestida de Dior, hasta una treintañera que corre por Nueva York calzando unos Manolos. Y es que yo soy fan de esas historias que se cuentan tambien con la propia moda. La moda nos pone en situación. La moda puede reflejar la alegría, la renovación, o incluso la amargura y la ruptura.
Sin embargo, el diseño de vestuario sigue siendo uno de los grandes olvidados a la hora de su reconocimiento en el cine. Puede que gracias a la polémica de «Cisne negro» esta categoría cobre mayor interés en la próxima entrega de los Oscar...

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