Galliano para Dior, vestido negro en tafetán y seda. Periodo Elizabeth

martes, 22 de febrero de 2011

Cibeles Fashion Week

Uno de mis desfiles favoritos siempre será el de Andrés Sardá, quién el año pasado, como recordaréis, se inspiraba en Alica en el Pais de las Maravillas para su desfile de lencería en Cibeles Fashion Week, un desfile que si no visteis os lo recomiendo desde ya.

Como lo hiciera Juanjo Oliva en su desfile, Andrés Sardá también ha querido inspirarse en la mujer de los años 50 para crear una colección en la que no han faltado los aires latinos.

El desfile, dividido en dos claros bloques, muestra una mujer llena de fuerza, color y vitalidad para el día, mientras que para la noche se transforma en una diva misteriosa y potente

Verdes, morados, azules, malvas y el contraste blanco y negro son los principales colores de la colección de Andrés Sardá, que tiene cierto aire retro de los 50, sobretodo en lineas balconet sin relleno, combinaciones con liguero de seda y encaje, estampados con print animal, incrustaciones, juegos de tules y cristal de swarovski.

El punto tricotado a mano tendrá un lugar destacado, así como las gasas, organzas y los contrastes de materias, texturas y colores.


























Para su desfile, Alma Aguilar, se decantó por el estilo vintage, por cierto un estilo hiper-recurrido por todos los modistos para este año. Aguilar se inspiraba en un hotel típico del Mediterráneo profundo. Prendas como la falda pantalón con pernera ancha y todo muy subido de cintura, siempre todo muy retro y a veces de varias piezas en una, mucha seda, lana, algodones rústicos y jacquards, entre otros, una mezcla increible de texturas. Y por supuesto, no tengo palabras para los sombreros y tocados.






























Solo existe una persona absolutamente negada al negro y a la oscuridad que todas las firmas del mundo nos han dejado muy claro que el año que viene reinará, y esa persona es Agatha Ruiz de la Prada. Como siempre,  De la Prada se inspira en los leds, la paleta cromática y los corazones. Peculiares gafas monoculares y carteras de mano plastificadas como mejores complementos. Fiel a los colores flúor, en este caso el  verde y el rosa. Solo Prada y alguna que otra firma promete flúor para el año que viene. Siempre algodones, satén, paillettes y lamé como materiales principales.


























Este año Davidelfin nos muestra a un hombre y una mujer muy en su linea de trajes de chaqueta muy sobrios, muy rectos y en gama de grises, blanco y negro. Se inspira en el síndrome de Diógenes para esta pasarela.

Como complemento para ella, y ya convertidos en un clásico para sus desfiles, los botines de Louboutin.
Transforma sus diseños con la combinación de algodones, lana y satén.







Mi mas sincera devoción para Hannibal Laguna, quien puedo decir muy alto que ha sido, sin duda alguna, mi favorito este año de toda la pasarela Cibeles. Posee una inspiración en el glamour de las divas del cine clásico, muy "Gilda". Detalle de los guantes largos y siempre en negro. Vestidos siempre en seda y satén, y un aplauso para ese corte palabra de honor,  por la cintura ceñida y por los patronajes hiper trabajados para aportar un juego de volúmenes en algunas de sus prendas.








Con Francis Montesinos disfrutamos de sus estampados pictóricos, con inspiración en el escultor, pintor y activista pacifista Matt-Lamb. El efecto pictórico en el trabajo final, mejor que lo veais vosotros mismos, porque es muy mágico y muy vivo.
Se decide por las capuchas de piel como accesorio para el próximo invierno. Punto, gasas, lentejuelas y pieles como conjunto de materiales. Pieles para los puños de las camisas o chaquetas.




El Sol Naciente nos lo ofrece Roberto Verino, quien nos introduce en un misterioso viaje por el Lejano Oriente. Nos calienta con abrigos largos y envolventes con remaches de piel.

Todo en piel, tweed, lana, seda, patchwork y gasa. Diseños con un toque lady magistral. Verino nos devuelve la moda del complemento del colgante con cuerno, que hace como 5 años fue el complemento de moda fusionado a veces con enormes cadenas, y quién sabe si ahora tambien.

 

















 

Atención especial a la sobriedad que nos ofrece este año Victorio&Lucchino, transformando su evidencia en un nuevo flamenco muy vintage. No abandona sus raíces, pero si que es cierto, y muy evidente, que V&L ha sufrido notablemente una evolución. Son claras las influencias del flamenco de los años 30, siempre volantes y mantones reinventados. Vestidos drapeados y con mucho movimiento en terciopelo, encajes, brocados, tules y gasas. Fantasía en todas esas creaciones basadas en antiguos mantones ahora convertidos en vestidos y chaquetas. ¿No os parece magnífico?